¿Pensar en la competición te pone nervioso? Los nervios, la ansiedad, existen por un motivo: preparan al organismo para enfrentarse a situaciones amenazantes o peligrosas. En un principio, estar nervioso o ansioso no debería ser malo, siempre que tengamos frente a nosotros una amenaza real para la salud, para la supervivencia, esto nos ayudará, preparando nuestro organismo para luchar o huir Pero ¿Cuando la ansiedad es un problema?
La respuesta es: cuando interpretamos como amenazante algo que en un principio no lo es. Estaréis de acuerdo conmigo en que una competición, ya sea un partido, una carrera… es una situación neutra, ni buena ni mala. Nuestra supervivencia no depende de ello.
Solo nosotros somos responsables de interpretarlo como algo amenazante. Si interpretamos el partido de esta manera, nuestro organismo actuará como si tuviera delante un peligro real, y se preparará para luchar o huir, poniendo en marcha el mecanismo de la ansiedad.
Cuando interpretamos una situación normal como puede ser una competición deportiva, como amenazante, aumentan nuestros nervios, disminuye la confianza en nuestras propias capacidades y nuestra concentración puede verse perjudicada. Esto nos impedirá mostrar nuestro verdadero rendimiento en la cancha.
Entonces… ¿Como interpretar la futura competición para no ponerme demasiado nervioso? !!!COMO UN RETO!!!
Cambiar la interpretación de un partido como amenazante a interpretarlo como un reto, un desafío será mucho mas positivo. Los retos son motivantes, plantearte una competición deportiva como un desafío aumentará tu sensación de confianza en ti mismo y mantendrá tu concentración focalizada en lo que debes hacer para superarlo.
Tomate la competición como un RETO!! como una OPORTUNIDAD de conseguir algo importante y que realmente deseas.
No es fácil cambiar estos patrones de pensamiento, ya que suelen estar muy arraigados y asociados a emociones intensas. Con trabajo psicológico serás capaz de conocer mejor como piensas, como sientes y como actuas en las diferentes situaciones de tu deporte. Este autoconocimiento es el primer paso para mejorar y conseguir una estabilidad en tu rendimiento y resultados.
Conseguir una adecuada inteligencia emocional y un buen autocontrol de nuestra conducta son habilidades fundamentales para enfrentar los nervios que supone competir. Es importante también aprender técnicas de gestión emocional y manejo de la activación (nervios, estrés, ansiedad, ganas…)