Incluso las leyendas del deporte tienen malas rachas y fracasan en competiciones que deberían sentenciar facilmente. El tipo de afrontamiento del fracaso va a marcar la diferencia entre un campeón y un perdedor.
El miedo al fracaso tiene que ver con querer evitar la línea de salida porque piensas que no serás capaz de hacerlo bien. Mas que a fracasar, solemos tener miedo a las consecuencias del fracaso. Los pensamientos sobre el fracaso pueden ser tan intensos que no te dejen alcanzar tu máximo pontencial.
Hace falta un trabajo interno para identificar de que tratan tus miedos. Es normal tener miedo en ciertos deportes extremos o de riesgo, ¡Incluso es beneficioso! Por ejemplo, en una carrera de motociclismo tipo «Road Races» como el TT de la Isla de Man, la dosis justa de miedo, bien controlado, puede salvarte la vida ya que te ayudará a gestionar los riesgos y tomar mejores decisiones.
Lo mismo pasa con deportes como la escalada libre en solitario, donde el miedo tiene una función adaptativa para ayudar al competidor a conseguir su objetivo evitando asumir mas peligro del que ya está implicito en el deporte.
Pero lo realmente curioso es que cuando hablamos de miedo al fracaso, no solemos sentir ese tipo de miedo, un miedo físico al peligro o la muerte.
El miedo al fracaso tiene que ver con el orgullo, con el ego y la autoestima. Suele ser un miedo del tipo «a quedar como un estúpido» «a hacer el rídiculo» «que la gente que quiero se avergüence de mi»… Como resultado de estos miedos, tu mente no está donde debería estar y la desconcentración hará que esos miedos se cumplan y falles.
Hay que aceptar que si compites, tu ego y tu orgullo se van a llevár muchos palos. Aceptarlo es parte de competir. Además hay que aceptar que estas reglas del juego son para todos. Todos fallan, todos comenten errores. Inclusos si piensas en los deportistas mas exitosos, todos tienen mayor porcentaje de derrotas que de victorias. Entonces ¿por qué te pones una vara de medir mas dura que una leyenda?
El afrontamiendo del fallo o del fracaso es clave a la hora de volver a intentar competir al máximo nivel. Para afrontar un fracaso hay diferentes estrategias, unas tienen que ver como como actuamos ante el fallo y otras con como nos sentimos.
- Como actuar ante el fallo: es importante ver el fallo como una oportunidad de analizar que debes mejorar. Un análisis objetivo de tu rendimiento te permitirá minimizar ese tipo de fallos. Si en situaciones sin presión no cometes esos fallos, pero si los cometes con presión… entonces la parte psicológica debería ser algo que empieces a trabajar.
- Como nos sentimos ante el fallo: suelen aparecer emociones sociales, es decir, verguenza, sentimiendo de humillación, decepción… por lo que debes aprender inteligencia emocional. Identificar estas emociones antes de competir, aceptarlas como algo natural a la vez que utilizas técnicas psicologicas para aislarte y solo concentrarte en tu ejecución mientras compites.
- Tener el cuenta el factor suerte: Piensa en un juego de cartas. Pueden tocarte buenas cartas o malas cartas por muy buen jugador que seas. La suerte en el deporte funciona de la misma manera, no se reparte de manera equitativa entre todos los competidores y habrá momentos en los que te toque sufrir mas de la cuenta y otros en los que te vengan mejor las cosas. Una vez entiendes y aceptas el factor suerte, debes centrarte en analizar si hay algo que falla en tí, en tu rendimiento.
Un trabajo con psicologo deportivo puede ayudarte a entender tus emociones y tus miedos a la hora de competir, a la vez que apredes técnicas concretas para gestionar ese miedo y que no sea un lastre en tu rendmiento.
El escalador y medallista Adam Ondra dice sobre el fracaso: «sobre todo me frustro cuando fallo, pero cada fracaso es una lección que me hace pensar qué hice mal, por lo que puedo volver siendo más fuerte»
Como vemos, la frustración es una emoción normal ante el fallo, pero gestionarla, analizar lo que debes mejorar y convencerte de que puedes volver a intentarlo siendo mas fuerte es clave.